Yucatan Living

La artista Georgia Charuhas

24 October 2018 Art & Local Culture, Interviews & Editorials 18

Una de las riquezas de cualquier región son los artistas que eligen residir en ella. Como artistas, observan y filtran su entorno a través de su proceso creativo y producen obras que, por lo general, reflejan algo de la cultura en la que fueron creadas. Uno de los tesoros artísticos de Mérida es Georgia Charuhas, originaria de Chicago y residente en México desde hace 30 años.

En los años sesenta, Georgia se graduó del Instituto de Arte de Chicago. Poco después se casó y pasó los siguientes años viajando y pintando. En uno de sus viajes fue a visitar a unos amigos en Puerto Vallarta. Estos amigos vivían en una casa junto a la de Elizabeth Taylor. Georgia dice que aquellos fueron tiempos embriagadores en Puerto Vallarta, justo después del rodaje de La noche de la iguana.

Georgia y muchos otros apenas estaban descubriendo la belleza y el atractivo del México tropical. Georgia terminó su matrimonio en Estados Unidos, se mudó a México y no volvió la vista atrás. Eventualmente dejó Puerto Vallarta en busca de un lugar más tranquilo, y terminó en Mérida.

Personas que vivían en Mérida en ese entonces cuentan que cuando Georgia Charuhas llegó, la sociedad tradicionalmente conservadora se sorprendió al ver a una joven estadounidense viviendo sola en un país extranjero. Era una mujer hermosa y franca, y causó gran revuelo, especialmente cuando montaba y criaba caballos en la playa de Progreso o cuando dirigía su propia empresa de ropa basada en sus diseños originales. Sus vestidos, inspirados en diseños mexicanos pero con una sensibilidad gringa, se vendían por todo Estados Unidos, incluso en Bergdorf Goodman en la ciudad de Nueva York.

Georgia eventualmente se casó de nuevo con un caballero mexicano que más tarde falleció en un trágico accidente automovilístico frente a la tienda de muebles que ambos tenían en Cancún. Actualmente, Georgia vive sola con 14 gatos y 5 perros (ella ayudó a fundar el refugio de animales AFAD del que hablamos anteriormente). Pasa sus días pintando y atendiendo su tienda en la entrada de la zona arqueológica maya de Uxmal.

La casa y el estudio de Georgia están llenos hasta el tope de sus pinturas y dibujos, además de colecciones de obras de otros artistas. Libros y cuadros cubren las paredes. A Georgia le encanta el mobiliario de mimbre blanco y dice que el blanco es el color preferido en los trópicos porque se pueden ver más fácilmente los bichos caminando sobre él. Hmm, nunca lo habíamos considerado antes, ¡pero tiene sentido!

Al fondo de la casa, detrás de la alberca y de los muebles exteriores de hierro pintados con colores brillantes, se encuentra el amplio estudio donde Georgia crea. Dentro del estudio hay pilas de lienzos, mesas llenas de pinturas y pinceles, piezas de muebles viejos con formas interesantes, maniquíes, carteles de los diseños de alta costura de Georgia, y pinturas, pinturas y más pinturas.

Espera. ¿Diseños de alta costura? ¿Tienda de muebles? ¿Caballos en la playa? ¿Quién es esta mujer?

Conocimos a Georgia por primera vez en la Galería Mérida, durante la inauguración de una exposición de su obra. De alguna manera, terminamos sentados frente a ella, todos con una copa de vino en la mano, disfrutando de una conversación fascinante sobre la vida, la escritura, el arte, la poesía y la vida en Mérida. Más tarde esa noche, Georgia leyó algunos de sus poemas y quedamos cautivados, no solo por la poesía en sí, sino por la manera en que la recitaba, con pasión, encanto y un destello en los ojos que es muy poco común.

Unos días después, Georgia nos llamó y nos encargó fotografiar su próxima exposición, llamada El Laberinto, en el MACAY, el museo de arte moderno de Mérida. Aceptamos, y pasamos tres días fotografiando meticulosamente sus lienzos, que eran bastante grandes. Fue entonces cuando empezamos a sentirnos hechizados por la magia de su arte. Las criaturas cobraban vida mientras pasábamos tiempo con ellas, observándonos enigmáticamente desde sus mundos oscuros y complejos. Sus rostros, con un aire ligeramente maya, inquietan, encantan y desconciertan. Perros y tigres merodean y se retuercen. Extraños enanos cargan pequeños ratones en sus brazos. Y todos ellos dejan al espectador con la curiosidad de saber de dónde vienen y por qué están aquí. Al final, algunas de esas criaturas nos robaron el corazón, y cambiamos nuestro trabajo fotográfico por una de nuestras obras favoritas, y compramos dos más. Desde entonces, hemos estado coleccionando el arte de Georgia.

Hace aproximadamente un año, Working Gringa tuvo la suerte de recibir la oportunidad de estudiar arte en Georgia también. Así que, durante el último año, una vez por semana, WG ha estado haciendo la peregrinación al estudio en la parte trasera, cargando pinceles, lápices y papel. Ahí, durante tres horas semanales, Georgia crea su propio arte mientras sus alumnos crean el suyo, de vez en cuando soltando una joya de enseñanza artística perfectamente oportuna. “¡Nada de líneas rectas!”, suele decir, o “¡Mira! Ese pómulo es mucho más redondo que ese otro.” No da mucha instrucción... pero lo que dice siempre da en el clavo. Anima a sus estudiantes con comentarios bien dirigidos y elogios pensados. Después de un año de esto, WG por fin está llegando al punto en que ya no le da miedo poner lápiz sobre papel, y tiene que admitir que, a veces, realmente crea algo que le gusta.

Aunque Mérida no es conocida como una comunidad artística como San Miguel de Allende o Todos Santos, esta ciudad tiene una personalidad y una atmósfera en donde la magia prospera, así que es un lugar perfecto para una artista. La inspiración está en todas partes. Aquí hay bastantes artistas originales y en los próximos meses estaremos presentando a más de ellos en estas páginas.

Puedes hacer una cita para ver la obra de la Sra. Charuhas de noviembre a febrero de 2018/19 llamando al 999-357-6365.